Ya casi un año que no escribo nada, han pasado tantas cosas desde entonces, nuevos sueños, viejas pesadillas; la idea era compartir, escribir, procesar la diarrea verbal o solo transcribir, pero nadie sabe para quien trabaja, y todo parece indicar que esto servirá solo para los obituarios.
Se han ido 2 grandes, las palabras sobran, las lágrimas faltan; dejen que lloren las letras, dejen que inunden los campos de palabras sueltas.
What about sunrise What about rain What about all the things That you said we were to gain... What about killing fields Is there a time What about all the things That you said was yours and mine... Did you ever stop to notice All the blood we've shed before Did you ever stop to notice The crying Earth the weeping shores? What have we done to the world Look what we've done What about all the peace That you pledge your only son... What about flowering fields Is there a time What about all the dreams That you said was yours and mine... Did you ever stop to notice All the children dead from war Did you ever stop to notice The crying Earth the weeping shores I used to dream I used to glance beyond the stars Now I don't know where we are Although I know we've drifted far Hey, what about yesterday (What about us) What about the seas (What about us) The heavens are falling down (What about us) I can't even breathe (What about us) What about apathy (What about us) I need you (What about us) What about nature's worth It's our planet's womb (What about us) What about animals (What about it) We've turned kingdoms to dust (What about us) What about elephants (What about us) Have we lost their trust (What about us) What about crying whales (What about us) We're ravaging the seas (What about us) What about forest trails Burnt despite our pleas (What about us) What about the holy land (What about it) Torn apart by creed (What about us) What about the common man (What about us) Can't we set him free (What about us) What about children dying (What about us) Can't you hear them cry (What about us) Where did we go wrong Someone tell me why (What about us) What about babies (What about it) What about the days (What about us) What about all their joy (What about us) What about the man (What about us) What about the crying man (What about us) What about Abraham (What was us) What about death again Do we give a damn?
Michael Joseph Jackson, Agosto 29, 1959 - Junio 25, 2009
Este es un discurso del maestro García Márquez, lo leí por primera vez hace 3 años en la universidad. Espero les guste.
Botella al mar para el dios de las palabras
“A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, ademas, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras. Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber como se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global. La lengua española tiene que prepararse para un ciclo grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de diecinueve millones de kilómetros cuadrados y cuatrocientos millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en los Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga cincuenta y cuatro significados, mientras en la república del Ecuador tienen ciento cinco nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aun no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero, dijo: ``Parece un faro''. Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazo un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que Don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejo escrito de su puño y letra que el amarillo es el color de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cereza que sabe a beso? Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempos no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo veintiuno como Pedro por su casa. En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una? Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que les lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis doce años.”
¨…Que nadie me acuse de ser el apologista del mal; que nadie diga que busco inspirar maldad, o acallar los remordimientos de los que nos conducimos indebidamente: mi único propósito es articular los pensamientos que han atormentado mi conciencia desde que tengo uso de razón; que dichos pensamientos puedan estar en conflicto con los pensamientos de las demás personas, o la mayor parte de las personas, o todas las demás personas excepto yo, no es, creo, razón suficiente para suprimirlos. En cuanto a aquellas almas susceptibles que puedan ser ‘corrompidas’ por enterarse de ellos, tanto peor para ellas. Me dirijo únicamente a aquellos hombres y mujeres que son capaces de examinar con mirada objetiva todo cuanto esta ante ellos. Dichas personas, son incorruptibles.¨
Donatien Francois Alpphonse De Sade ("Filosofia en el tocador", Paris, Francia 1795)
Después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida (1)
Rodaron las lágrimas, temblaron los labios; ha muerto un grande, se lo ha llevado la parca vacilante, y sin querer, con su guadaña ha desgarrado el universo literario.
Hace unos años
me asustaba el otoño
ya soy invierno (2)
Ayer murió Mario Benedetti, nacido el 14 de Septiembre de 1920 en Paso de los toros, Uruguay.
Noche del infierno He bebido un enorme trago de veneno. ¡Bendito tres veces el consejo que ha llegado hasta mí! Me queman las entrañas. La violencia del veneno me retuerce los miembros, me vuelve deforme, me derriba. Me muero de sed, me ahogo, no puedo gritar. ¡Es el infierno, la pena eterna! ¡Ved cómo se alza el fuego! Ardo como es debido. ¡Anda, demonio!
Yo había entrevisto la conversión al bien y a la felicidad, la salvación. ¡Pero cómo describiría mi visión, si el aire del infierno no soporta los himnos! Eran millones de criaturas encantadoras, un suave concierto espiritual, la fuerza y la paz, las nobles ambiciones, ¿qué sé yo?
¡Las nobles ambiciones!
¡Y esto sigue siendo la vida! ¡Si la condenación es eterna! Un hombre que se quiere mutilar está bien condenado, ¿no es así? Yo me creo en el infierno, luego estoy en él. Esto es el catecismo realizado. Soy esclavo de mi bautismo. Padres, habéis hecho mi desgracia y la vuestra. ¡Pobre inocente! El infierno no puede atacar a los paganos. ¡Esto sigue siendo la vida! Más tarde, las delicias de la condenación serán más profundas. Un crimen, pronto, y que caiga yo en la nada, según la ley humana.
¡Pero calla, cállate! ... Aquí están la vergüenza, el reproche: Satán que dice que el fuego es innoble, que mi cólera es espantosamente estúpida. ¡Basta! ... Son errores que me susurran, magias, perfumes falsos, músicas pueriles. -Y decir que yo poseo la verdad, que veo la justicia: tengo un juicio sano y firme, estoy a punto para la perfección... Orgullo-. La piel del cráneo se me deseca. ¡Piedad! Señor, tengo miedo. ¡Tengo sed, tanta sed! Ah, la infancia, la hierba, la lluvia, el lago sobre las piedras, el claro de luna cuando en el campanario sonaban las doce... a esa hora el diablo está en el campanario. ¡María! ¡Virgen Santa!... Horror de mi estulticia.
Allá lejos, ¿no hay almas honestas que me quieren bien?... Venid... Tengo una almohada sobre la boca y ellas no me oyen, son fantasmas. Además, nadie piensa nunca en los otros. Que no se me acerquen. Es seguro que huelo a chamusquina.
Las alucinaciones son innumerables. Esto es de veras lo que me pasó siempre: ninguna fe en la historia, olvido de todos los principios. Me lo callaré:
Poetas y visionarios se pondrían celosos. Yo soy mil veces más rico, seamos avaros como el mar.
¡Ah, es eso! El reloj de la vida se ha detenido hace un momento. Ya no estoy en el mundo. La teología es seria, el infierno está ciertamente abajo -y el cielo arriba-. Éxtasis, pesadilla, sueño en un nido de llamas.
Cuántas malicias para atender los campos ... Satán, Fernando, corre con las semillas silvestres... Jesús camina sobre las zarzas purpúreas, sin doblarlas... Jesús caminaba sobre las aguas irritadas. La linterna nos lo mostró de pie, blanco y las crenchas brunas, en el flanco de una ola de esmeralda ...
Voy a descorrer el velo de todos los misterios: misterios religiosos o naturales, muerte, nacimiento, porvenir, pasado, cosmogonía, nada. Yo soy maestro en fantasmagorías.
¡Escuchad! ...
¡Yo tengo todos los talentos! Aquí no hay nadie y hay, alguien: no querría derrochar mi tesoro. ¿Queréis cantos negros, danzas de huríes? ¿Queréis que desaparezca, que me hunda en busca del anillo? ¿Lo queréis? Fabricaré oro, medicamentos.
Fiaos en mí, la fe consuela, guía, cura. Venid, todos, hasta los niños pequeños, para que os consuele, para que se prodigue en vosotros su corazón, ¡el corazón maravilloso! ¡Pobres hombres, trabajadores! No pido plegarias; con sólo vuestra confianza, seré feliz.
Y pensemos en mí. Esto hace que añore poco el mundo. Tengo la suerte de no sufrir más. Mi vida fue sólo una serie de dulces locuras, es lamentable.
¡Bah! Hagamos todas las muecas imaginables.
Decididamente, estamos fuera del mundo. No más sonido. Mi tacto desapareció. ¡Ah! mi castillo, mi Sajonia, mi bosque de sauces. Las tardes, las mañanas, las noches, los días... ¡Si estaré cansado!
Yo debería tener un infierno para mi cólera, un infierno para mi orgullo, y el infierno de las caricias; un concierto de infiernos.
Me muero de cansancio. Esto es la tumba, voy hacia los gusanos, ¡horror de los horrores! Satán, farsante, tú quieres disolverme con tus hechizos. Yo reclamo. ¡Yo reclamo un golpe de tridente, una gota de fuego!
¡Ah, subir de nuevo a la vida! ¡Poner los ojos sobre nuestras deformidades! ¡Y ese veneno, ese beso mil veces maldito! ¡Mi flaqueza, la crueldad del mundo! ¡Dios mío, piedad, ocultadme, me siento demasiado mal! Estoy oculto y no lo estoy.
Son las 2:57 a.m. y mis ojos amenazan con cerrarse, sin embargo, la curiosidad, quizá un poco de morbo, la “necesidad” de comunicación inherente al ser humano, pero sobre todo, el no tener nada mas que hacer en este momento, me han conducido a la creación de este poco productivo, poco educativo, poco coherente, y nada interesante espacio.
Intentare, (pero no prometo nada) subir al menos una vez a la semana, noticias, relatos, historias, poemas, anécdotas, comentarios, etcétera, que me ayuden a explicar que es lo que soy. Por qué? Pues, porque sinceramente no lo se; bueno, se quien soy, se lo que quiero, aunque no se lo que mañana querré, pero… que es lo que soy?
Para eso no tengo una respuesta, tendría que hacer un compilado de todo aquello que ha influido en mi desde que comencé a existir, pero esa seria una tarea abrumadora, por lo tanto, compartiré con ustedes lo que día a día, (o semana a semana) merezca ser compartido, aquello que me deje en que pensar, que influya en la (de)formación de mi “yo” futuro, pues mi “yo” presente, ya esta totalmente formado.
No espero que comprendan ni un poco la finalidad de esto, pero lo hecho, hecho está, así que juntos seamos testigos de hacia donde conducirá este espacio.
P.D. Ya después explicare los porqués de cada elemento del blog.